miércoles, 6 de mayo de 2015

Los Premios de la Crítica, para Andrés Ibáñez y Lorenzo Oliván

El escritor madrileño Andrés Ibáñez, por su novela Brilla, mar del Edén, y el cántabro Lorenzo Oliván, con el poemario Nocturno casi, son los ganadores de los Premios Nacionales de la Crítica 2014, fallados el 19 de abril en Pontevedra, que sonconcedidos por la Asociación Española de Críticos Literarios desde 1956. Este galardón se otorga a los mejores libros de narrativa y poesía publicados en España el año anterior en castellano, gallego, euskera y catalán. Este 2015 aparecería ya bien situado en la modalidad de narrativa española Ibáñez, con un libro que arranca con un accidente de avión en pleno Pacífico y que sacude al lector.
 Por otro lado, el poemario de Lorenzo Oliván, premiado en la categoría de poesía, nos muestra la cara oculta de algunas experiencias que solo la poesía nos puede mostrar. Los Premios de la Crítica son unos premios literarios que la Asociación de Críticos Literarios concede anualmente desde 1956. Los premios son concedidos durante el mes de abril de cada año tras la deliberación del jurado integrado por 22 miembros de la Asociación Española de Críticos Literarios.
 En su más de medio siglo de historia han sido galardonados en prosa autores tan reconocidos como Camilo José Cela con La catira, Miguel Delibes con Las ratas, Ana María Matute con Los hijos muertos, Gonzalo Torrente Ballester con La saga fuga de JB, Javier Marías con Corazón tan blanco, Antonio Muñoz Molina con El invierno en Lisboa o Francisco Umbral con Leyenda del César Visionario, y en la nómina de poetas se encuentran, entre otros, Blas Otero con Ancia, Vicente Aleixandre con En un vasto dominio (1963) y con Poemas de la consumación (1969), Luis Rosales con El contenido del corazón, Hierro con Libro de las alucinaciones(1965) y con Cuaderno de Nueva York (1998) o José Manuel Caballero Bonald con Las horas muertas (1960) y con Descrédito del héroe (1977).
 Andrés Ibáñez es licenciado en Filología Española por la Universidad Autónoma de Madrid. Residió en Nueva York, donde escribió varias obras de teatro inglés, dos de ellas (Nympho Lake y Ophelia) se representaron en el teatro Off-Off-Broadway. Gran aficionado a la música, ejerce la crítica de conciertos de música clásica en el periódico ABC, en cuyo suplemento mantiene una columna semanal. Trabaja como profesor en la Escuela Oficial de Idiomas de Madrid. 
Entre sus novelas podemos destacar:
 - La música del mundo, en la que su protagonista, Block, un joven misterioso dotado de casi ilimitadas capacidades artísticas e intelectuales, llega a la ciudad de Países, donde conocerá a Agustín Montoliu, autor tardíamente visitado por la fama a Jaime y a Estrella. En sus investigaciones en la Biblioteca Nacional, Jaime ha descubierto huellas de seres procedentes de una imaginaria Región Confabulada. Por esto, Jaime y Block se ponen enseguida a buscar la forma de entrar en esa Región. 
- El parque prohibido, una novela mágica e imposible que narra el misterio acerca de un parque que, guardando algo peligroso en su interior, aumenta cada año de tamaño. El protagonista, Fridolín, junto con sus amigos, se atreven a entrar en él y enfrentarse a las peligrosas trampas que se encuentran en ese lugar.
 - La lluvia de los inocentes, narra la adolescencia y la primera juventud de la generación de los ochenta.

 Además, ha escrito un cuento titulado El perfume del cardamomo, en el que narra historias de bandidos compasivos, de viudas crueles, de damas vengativas, delicadas historias de honor y de sangre, y un poemario, El Bulevar del crimen.

 Lorenzo Oliván, por su parte, es autor de varios libros de poesía. En el año 2000 resultó ganador del premio Loewe con su poemario Puntos de fuga y en 2003 recibió el premio Generación del 27 por su Libro de los elementos. Anteriormente, consiguió el premio Luis Cernuda por Visiones y revisiones. Además, de los citados, destacamos su libro Único norte y el premiado Nocturno casi. Es, también, autor de obras en prosa entre las que destacan: Hilo de nadie, en la que se combinan poemas breves y aforismos. Se trata, como él mismo ha apuntado, de un libro inclasificable.
 Además, destacan El mundo hecho pedazos; La eterna novedad del mundo; Cuatro trazos.
 Entre sus ensayos se encuentran: José Hierro y el ritmo: la música por dentro; El fragmento poético: pensamiento y visión y La palabra viva de José Hierro.

(Isabel Mª Moreno Muñoz y Álvaro Cobos García)

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