viernes, 30 de noviembre de 2012

Entrevista a Salvador Gutiérrez Solís.



P. ¿Qué significa para usted escribir?
R. Comenzamos con una pregunta realmente complicada, muy complicada. Os doy una relación de palabras: necesidad, adicción, placer, libertad, compromiso, inquietud, curiosidad, vocación, desahogo, vivir, sentir, emocionar… Todas y algunas más.

P. Usted es hoy en día uno de los escritores más importantes de Córdoba, pero ¿cómo fueron sus inicios como escritor? Relacionado con esto, ¿Qué sintió al quedar finalista del Premio Nacional de la Crítica con Un novelista malaleche?
 R. Mi comienzo fue muy anecdótico. Desde niño siempre me recuerdo con un libro entre las manos, pero salvo algunas redacciones escolares y demás nunca me había planteado escribir. Sin saber cómo, ni por qué, con 26 años comencé a escribir lo que creía un cuento y que acabó siendo una novela. Tuve el atrevimiento, nunca mejor dicho, de presentarla a un certamen de novela, convocado por la Universidad de Sevilla, y lo gané. Pasé en muy poco tiempo de no haber escrito prácticamente nada en mi vida a tener una novela en las librerías. Al año siguiente, escribí una nueva novela, más por probar si era capaz de hacerlo de nuevo, a la que le concedieron una beca de creación del Ministerio de Cultura. En ese preciso momento, supe que podría y que quería ser escritor.
A veces pienso que el ser finalista del Nacional de la Crítica me llegó muy pronto, aunque en aquel momento fue algo “inmenso” para mí, me sentía sobrepasado al verme rodeado de Cela, Vargas Llosa, etc.

P. En Un novelista malaleche, describe a un personaje cuyo perfil repite en otras novelas. ¿Qué le cautivó de él?
R. El novelista malaleche, Germán Buenaventura, ha protagonizado tres novelas, y espero seguir ofreciendo nuevas entregas en el futuro. Me encanta, me fascina, lo paso realmente bien escribiéndolo. A veces, lo prometo, se me saltan las lágrimas –por la risa- cuando estoy construyéndolo. Me cautiva de él su arrojo a pesar de su escaso talento para enfrentarse a todo y todos. Y también me gusta su sentido del humor, que es algo que, desafortunadamente, no abunda en la literatura de nuestro país. Somos demasiado serios.

P. En su último libro, El escalador congelado, reflexiona sobre las metas no alcanzadas por la fugacidad del tiempo. Puesto que no es un tema del que se escribe mucho en la actualidad, ¿qué le empujó a reflexionar sobre ello?
R. Creo que todos somos escaladores, todos soñamos con cimas a alcanzar. Pero no sólo cimas públicas o materiales, que yo creo que eso ha sido una tendencia muy extendida en los últimos años. No todo el mundo sueña con ser millonario, llenar estadios o ganar un Oscar. Para muchas personas, su sueño puede ser encontrar la pareja ideal, no estar solas, ser capaces de abandonar la cama cada mañana, sentir el calor de un hijo… Hay tantas cimas como escaladores, tantos sueños como personas. Y en demasiadas ocasiones esos sueños o retos no se cumplen. También me interesaba abordar esa franja de edad tan crucial en la vida de cada persona, esa en la que lo intentas por última vez o decides abandonar.

P. ¿Qué consejo daría usted a todas esas personas que, como describe en su libro, ven frustradas sus metas debido a sus miedos?
R.Uno muy simple, pero muy concreto: El temor a la congelación no te puede impedir que comiences a escalar o que, por lo menos, lo intentes. Mejor ser un escalador congelado que un submarinista en el abismo.

P. ¿Cuál ha sido la mayor dificultad a la que se ha enfrentado al escribir El escalador congelado?
R. Ha sido, con diferencia, la novela que más trabajado me ha costado construir. Mucho trabajo. Tanto que en más de una ocasión he estado a punto de arrojar la toalla. Y la dificultad mayor ha residido en la naturaleza de los personajes. Aunque parezca una contradicción, es muchísimo más difícil describir una persona “normal” que una que no lo es y que se caracteriza por sus extravagancias. Hablar y narrar sobre lo cercano, sobre lo que te roza es muy complicado.

P. Usted presenta en sus novelas personajes cercanos a la realidad. ¿Cuál cree que es aquel con el que más lectores pueden sentirse identificados?
R. Ayer mismo recibí un correo que me emocionó. Una escritora amiga mía, me decía: me he identificado mucho con la novela. Eso es lo que pretendía. Sinceramente, buena parte de los lectores se van a identificar mucho con Mario, Ana y Susana, no me cabe duda.

P. Una de sus obras que más nos ha atraído es El orden de la memoria y su protagonista, Eloy Granero, quien nunca conoció el amor. ¿Puede ser eso lo que le empuja a cometer sus delitos sexuales? ¿Utiliza usted las características negativas de sus personajes para denunciar este tipo de comportamientos?
R. Un crítico escribió que El orden de la memoria se puede entender como una novela amoral, en el sentido de que no toma partido, no juzga ninguno de los comportamientos de Eloy Granero. Y es cierto, no lo juzga, no creo que esa sea la función del escritor. Pero basta contemplar al personaje para darse cuenta que, en realidad, lo está denunciando. Eloy Granero es un hombre sin sentimientos, un hombre que lo ha tenido todo sin reclamar o ganarse nada, y eso le confiere una extraña sensación de gratuidad en todos sus actos. No considera que deba pagar por nada de lo que hace.

P. En su libro El sentimiento cautivo hace una crítica sobre la falta de libertad en la España de Franco. En la actualidad, diversos países luchan por conseguir la libertad que disfrutamos en otros países. ¿Qué opina de estas revoluciones por la libertad? ¿Justifica la violencia de estas?
R. Nunca justificaré la violencia, aunque no dejo de reconocer que en determinados procesos históricos el uso de la violencia ha posibilitado el cambio o la apertura, incluso la libertad, de un país o sociedad. El problema reside en esos estados gobernados desde el terror y la violencia, donde la palabra nunca ha tenido valor. Es un tema muy complicado. Indiscutiblemente, opto por las revoluciones pacíficas, donde la palabra y las ideas son las grandes protagonistas y que, indudablemente, propician sociedades más justas y democráticas.

P. ¿Cómo cree que influye en su creación literaria su labor periodística? ¿Alguno de sus artículos ha servido de base a alguna de sus novelas?
R.  Siempre me he considerado y siempre me consideraré un escritor que escribe en periódicos, en El Día de Córdoba en mi caso. Yo no hago periodismo, en primer lugar porque no soy periodista, y en segundo porque mis pretensiones son otras. Sí he utilizado mis artículos en las novelas, y buena prueba de ello es El escalador congelado, donde abordo temas que son frecuentes en mis artículos.

    
             Muchas gracias por su colaboración.

Gracias a vosotros, ha sido un auténtico placer!!!!

(Alba Mª Márquez y Moisés Peralvo)

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Juan Vicente Piqueras, Premio Loewe 2012




El poeta Juan Vicente Piqueras ganó el pasado día 13 de noviembre el Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe 2012, con su obra Atenas. Este galardón, uno de los más prestigiosos en este género, está dotado con 20000 euros y con la publicación de la obra ganadora por la editorial Visor. Para Piqueras, el Loewe “es uno de los reconocimientos más importantes del panorama de la poesía española e hispanoamericana”. Entre los ganadores anteriores se encuentran escritores tan importantes como Luis García Montero con Habitaciones separadas (1993),  Jenaro Talens con Viajes al fin del invierno (1997), Antonio Cabrera con En la estación perpetua (1999), Guillermo Carnero con Fuente de Médicis (2005), Juan Antonio González-Iglesias con Eros es más (2006), Cristina Peri Rossi con PlayStation (2008) o los cordobeses José Luis Rey con Barroco (2009) y Joaquín Pérez Azaústre con Las Ollerías (2010).
Juan Vicente Piqueras nace en 1960, en Los Duques de Requena, aldea de la provincia de Valencia. Allí pasó los primeros 16 años de su vida. Licenciado en Filología Hispánica por la universidad de Valencia ha trabajado como locutor de radio, actor, guionista, traductor y profesor de español para extranjeros. De 1988 a 2007 vive en Roma, su “alma ciudad”. Desde septiembre de 2007 vive en Atenas.
Ha publicado los siguientes libros de poesía: Tentativas de un héroe derrotado (1985), Castillos de Aquitania (1987), La palabra cuando (1992; Premio José Hierro), La latitud de los caballos (1999, Premio Antonio Machado), La edad del agua (2004), Adverbios de lugar (2004, accésit del premio Ciudad de Melilla), Aldea (2006, Premio Valencia de poesía, Premio de la Crítica valenciana y Premio del Festival Internacional de Medellín) o Palmeras (2007).
También ha traducido al español la Poesía Completa de Tonino Guerra (2002), Una calle para mi nombre (2003), antología del poeta bosnio Izet Sarajlic, y Cosecha de ángeles (2006), antología de la poeta rumana Ana Blandiana.

(José María Escribano y Ana Fernández)

martes, 27 de noviembre de 2012

José María Merino publica El río del Edén




José María Merino acaba de publicar una nueva novela, El río del Edén. El autor dice que tenía "muchas ganas" de escribir una novela de amor, y a ese género pertenece su nuevo libro, una historia de amor, traiciones y deslealtades en la que también cobra protagonismo la naturaleza, "impávida" e indiferente ante cuanto sucede en ella.

El novelista eligió el símbolo del río para su nueva novela porque también le gusta, "desde el punto de vista metafórico, la idea del río como algo pasajero, al mismo tiempo que siempre está"; eligió el alto Tajo por su belleza natural. Merino recorrió la zona durante un largo fin de semana con su mujer y quedaron "impresionados por las aguas tan misteriosas de la laguna, con ese color especial que tiene. Era el lugar idóneo para contar una historia de amor; es una especie de paraíso y la novela es una metáfora del Edén". En esos parajes, Daniel y Tere, los protagonistas, vivieron una apasionada historia de amor cuando eran jóvenes. Tras la muerte de su mujer a causa de un desgraciado accidente, Daniel vuelve a recorrer ese camino acompañado por su hijo Silvio, un adolescente con síndrome de Down. Ambos quieren depositar en la laguna la urna con las cenizas de la fallecida. Durante la caminata, Daniel irá recordando su relación con Tere, las traiciones que lo llevaron a perderla y, también, su rechazo durante años de la deficiencia de su hijo.
José María Merino (La Coruña, 5 de marzo de 1941) es un narrador, tanto de novela como de cuento, ensayista y poeta español. En 1972 publica su primer libro: el poemario Sitio de Tarifa; su primera novela data de 1976: Novela de Andrés Choz. Entre 1987 y 1989 dirige el Centro de las Letras Españolas del Ministerio de Cultura y a partir de 1996 se dedicará en exclusiva a la literatura. Es Patrono de Honor de la Fundación de la Lengua Española. Fue presidente honorífico de La Fundación del Libro Infantil y Juvenil Leer León y fue elegido académico de la Real Academia Española en marzo de 2008.

Pese a sus inicios poéticos, José Mª Merino ha cultivado principalmente la prosa: libros y artículos de viajes, ensayos literarios, crítica, novelas, novelas juveniles y, especialmente, cuentos, género este último del que se ha convertido en uno de sus más significados valedores. También es un destacado conferenciante y narrador oral.

Novelas infantiles y juveniles: El cuaderno de hojas blancas,
Los trenes del verano (Premio Nacional de literatura infantil y juvenil) o Las lágrimas del sol.

Ciclos de novelas: Novelas del mito o Las crónicas mestizas.

Cuentos: El libro de las horas contadas, Historias del otro lugar o
 Las puertas de lo posible.
           
Novelas: La sima (2009), El heredero (2003) o Los invisible (2000).


(Pedro José Cantero Yun y Lidia Gallego Gómez)

viernes, 23 de noviembre de 2012

Antonio Carvajal, Premio Nacional de Poesía





Antonio Carvajal ha sido galardonado el Premio Nacional de Poesía 2012 por Un girasol flotante, libro de un estilo barroco y una enorme capacidad técnica que ha sido también galardonado con el Premio Andalucía de la Crítica de Poesía.
 El premio lo concede el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y está dotado con 20.000 euros. El Premio Nacional de las Letras Españolas, en su modalidad de poesía, distingue el conjunto de la labor literaria, en cualquiera de las lenguas españolas, de un autor español, cuya obra esté considerada como parte integrante del conjunto de la literatura española actual.
Antonio Carvajal (Albolote, 1943) es doctor en Filología Románica y miembro de la Academia de Buenas Letras de Granada. Desde su juventud ha venido escribiendo y publicando una amplia obra poética que consta ya de una veintena de títulos. Está dotado de una gran facilidad para la versificación. Es considerado uno de los poetas mayores de la actual poesía española contemporánea y perteneciente a la llamada Generación del 70. Ha seguido fielmente, desde su primer poemario, la línea de la poesía barroca intentando evocar la tradición clásica, la emoción del romanticismo y, al mismo tiempo, la exploración de algunos recursos técnicos de la tradición española ya puestos en práctica por Góngora o Quevedo. Tiene una obsesión, expresarse con pocas palabras, usando solo las palabras justas. También se ha de señalar que desde mediados de los 80 la poesía de Antonio se expresa también en módulos de la poesía popular.
Un girasol flotante es un canto a la amistad y un canto a valores como la honestidad, la generosidad, la entrega o el amor.  El autor ha dedicado todas las páginas de Un girasol flotante a sus amigos íntimos. El libro, en la primera parte, incluye cartas a los amigos al estilo de Garcilaso de la Vega, pero con hechos más inmediatos y cotidianos. A continuación, introduce unos sonetos muy variados, y por último, presenta una tercera parte en forma de cancionero.

Entre sus poemarios podemos destacar Tigres en el jardín (1968), Noticia de septiembre (1984) Testimonio de invierno (1990) por el que obtuvo el Premio de la Crítica de Poesía en castlellano, Raso, milena y perla (1995), Cartas a los amigos (2009), Los pasos evocados (2004) o Doña Patria Huida (2011).

A veces el amor tiene caricias  
A veces el amor tiene caricias
frías, como navajas de barbero.
Cierra los ojos. Das tu cuello entero
a un peligroso filo de delicias.
Otras veces se clava como aguja
irisada de sedas en el raso
del bastidor: raso del lento ocaso
donde un cisne precoz se somorguja.
En general, adopta una manera
belicosa, de horcas y cuchillos,
de lanza en ristre o de falcón en mano.
Pero es lo más frecuente que te hiera
con ojos tan serenos y sencillos
como un arroyo fresco en el verano.


(Alberto del Río y Ana Blanco)

jueves, 22 de noviembre de 2012

Entrevista a Fernando González Viñas


 

P.          Una de sus pasiones es el mundo del toreo. Ha escrito obras como “Sol y sombra de Manolete” o “José Tomás” ¿De dónde le viene esta afición?

R.          Aún recuerdo cuando niño veía capeas de esas que se organizaban en los pueblos haciendo la plaza con carros. Así que supongo que esos recuerdos infantiles han contribuido a mi afición.

P.          El toreo, fiesta nacional española, es un tema que genera polémica en algunas comunidades españolas. Usted que es experto en la materia, ¿qué opina acerca de las críticas antitaurinas?

R.          No me gusta el término “fiesta nacional” porque hay toros en España, pero también en Portugal, en Francia, en México, en Colombia, en Perú... Es un asunto de sensibilidad. Antiguamente la relación entre los humanos y los animales era clara, a nadie se le ocurría decir que los cerdos sufrían el día de la matanza. Hoy día, ha triunfado el espíritu de los habitantes de las ciudades frente al de los habitantes del pueblo y los campos, ha triunfado el espíritu de los que sólo conocen los animales en filetes empaquetados y no quieren pensar que antes hay que matarlos. Es lo que yo llamo la dictadura de los urbanitas ociosos. Baste decir que hay un partido político que se llama “Igualdada animal” que parece olvidar que la evolución es una lucha de especies y que ellos pueden defender sus ideales porque nuestros rivales -tigres, leones y demás depredadores- ya no nos amenazan, sólo viven en los zoológicos. A veces se critica la corrida de toros desde el desconocimiento aunque entiendo y respeto a aquellos que ven la sangre del toro y les afecta, independientemente de que les afecte menos el sufrimiento por hambre de sus congéneres del homo sapiens. En cualquier caso, hemos entrado en la era del síndrome de Walt Disney, la creencia de que los animales hablan y celebran la navidad. Es lo que toca y hay que respetar a los que así opinan.

P.          Después del éxito de ventas de sus libros sobre el mundo de los toros, debuta usted en la narrativa de ficción con Esperando a Gagarin. ¿Cree que con esta novela puede llegar a un público más amplio?

R.          Creo que todo lo contrario, pero ojalá fuese así. El lector de libros de toros cuando ve un libro sobre Manolete o José Tomás se acerca a ver, pero una novela para alguien como yo, que no es demasiado conocido, puede pasar sin pena ni gloria: son muchas las novelas que llegan cada día a las librerías. Al menos espero que sirva para que la gente sepa que me gusta escribir, y no solamente de un tema en concreto.

P.          Este nuevo libro tiene una importante base autobiográfica. ¿Puede usted hablarnos sobre ella y cómo ha creado una obra literaria con elementos de la realidad?

R.          Es una historia de mi familia que nunca se olvidó. La desaparición de mi abuelo supuso especialmente para mi madre -su hija- un golpe muy duro del que se estuvo acordando toda la vida. Nunca pensé en escribir sobre ello pero al final, curiosamente, ha sido mi primera obra de “ficción”. Con ella, de alguna manera, he cerrado la historia que atormentó a mi madre, dándola a conocer hasta el último detalle.

P.          ¿Quién le ha inculcado el amor por la literatura?

R.          Sinceramente: los tebeos. Yo era y soy un gran lector de tebeos, desde El capitán Trueno, en la infancia, hasta el Spiderman que guionizaba Stan Lee y dibujaba Barri Windsor Smith, un dibujante y pintor extraordinario. Ahora suelo leer tebeos más serios, como por ejemplo Maus, de Art Spiegelman, el único tebeo (comic, novela gráfica o como lo queráis llamar) que ha ganado el premio Pulitzer, que es un premio destinado a los libros. A través de los tebeos llegué a los libros y cuando comencé a leer tantos libros como tebeos me quedé fascinado por autores como Melville, el autor de Moby Dick, una novela que recomendaría a todo el mundo y que te hace vivir universos que no encuentras ni en el recreo ni un sábado por la tarde dando un paseo.

P.          ¿Cómo se define usted como escritor?

R.          Ni idea. Quien me conoce sabe que lo que escribo se parece mucho a lo que hablo. Me gusta emplear la ironía, el sarcasmo, hacer reír aunque la historia sea trágica. Supongo que tengo un estilo, pero aún lleno de defectos y espero que el tiempo haga que cada vez tenga menos defectos al escribir. La verdad, nunca me refiero a mí mismo como escritor, de momento, me cuesta.

P.     ¿Cómo compagina su trabajo con la escritura?

R.          En parte mi trabajo es la escritura. Me dedico a escribir libros pero también a traducirlos del alemán y a otros asuntos -soy trabajador autónomo que cada mes tiene que pagar sus impuestos- que me permiten disponer de tiempo para escribir. Por ejemplo, llevo turistas alemanes por Andalucía o colaboro con una productora de cine de Málaga escribiéndole algunas cosas, traduciéndole... Es lo que tiene haber estudiado Filosofía y Letras (Historia) que puedes hacer de todo y además siempre ganas cuando juegas al Trivial Pursuit.

P.          ¿Qué piensa usted sobre la literatura cordobesa actual?

R.          ¡Qué pregunta más difícil! Está muy mal que alguien que escribe opine de otros escritores cercanos, que luego pasa como le pasó a Van Gogh y Gaugin, que te peleas y acabas perdiendo una oreja. Tenéis un profesor con un libro de relatos muy premiado, señal de que hay calidad y cosas que contar: a ver si alguno de vosotros le imita.

P.          ¿Qué consejo le daría usted a los jóvenes de hoy que intenten acercarse por primera vez al mundo de los toros? ¿Y a los que intenten acercarse al mundo de la literatura?

R.          Lo de los toros, si nunca han ido, les diría que no se puede empezar por la corrida de toros, ni tampoco volverse antitaurino juzgando lo que ocurre en ella. Hay que ver las fiestas de los pueblos, la suelta de vaquillas y participar en ellas, correr con ellas, llevarse un revolcón. La corrida de toros es como la consecuencia final de una relación milenaria entre el hombre y el toro. Primero fue la caza, luego el juego, después el ritual (Altamira p. e.). En realidad es un mundo en el que juega el misterio y el rito en torno a una idea: la de la vida y la muerte y nuestra conciencia sobre ello. Así que hay que ir poco a poco.

          En cuanto a la escritura, la verdad, alguien que llegó a ella a través de los tebeos supongo que no es buen consejero. Posiblemente hay que dejar de leer muchos libros, porque no nos gusten, porque nos cansen, hasta que con uno dices ¡Eureka!: esto es lo que yo quería leer. Claro que si eso te pasa leyendo la revista ¡Qué me dices! o el ¡Hola!, entonces vamos por mal camino.

 

P.          ¿Podría usted decirnos algunas de sus aficiones, aparte del mundo del toreo y de la literatura?

R.          El cine, sin duda, me gustan esas grandes películas americanas de los años 50, tanto de cine negro (Gilda) como western (Sólo ante el peligro). Aunque también me gusta el cine mudo expresionista, con esas actrices que siempre ponen cara de que han perdido el bolso y por supuesto el cine español de Berlanga y las películas de turistas suecas en la playa con Alfredo Landa. También me gusta mucho el fútbol y no me pierdo mi partidito de los jueves, al fin y al cabo jugué cuatro años en primera división de fútbol sala, hace ya muchos años. Y aunque últimamente lo hago poco, me gusta dibujar y cuando os vea la cara os haré una caricatura de cada uno. Un saludo.

 

 (Pedro José Cantero Yun y Lidia Gallego Gómez)

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Juan Manuel de Prada publica Me hallará la muerte.



Tras cinco años de silencio narrativo, después de publicar El séptimo velo, Juan Manuel de  Prada publica Me hallará la muerte (Ediciones Destino), donde toca el tema de la División Azul.

El libro cambia de estilo  a lo largo de la historia, pasa de novela picaresca a novela de aventuras, y termina convirtiéndose en una novela negra ambientada en el Madrid criminal de los años cincuenta.

Cuenta la historia de Antonio Expósito, un  maleante de poca monta que se desenvuelve en el Madrid de posguerra desplumando a ricachones en las cercanías del parque del Retiro. Para evitar responder ante la justicia tuvo que alistarse en la División Azul. La novela relata las vivencias y  peripecias durante su vida como divisionario. La intención del autor ha sido reconstruir la España de los años cuarenta y cincuenta y las vicisitudes de los divisionarios españoles, que según Juan Manuel no deberían de estar mal vistos, pues  algunos de sus  comportamientos fueron heroicos y caballerescos.

Juan Manuel de Prada nació en Baracaldo (Vizcaya) a  principios de 1970. Pasó su infancia en Zamora, donde gracias a su abuelo despertó el interés literario desde muy temprana edad. Este le enseñó a leer y a escribir, además le llevaba a la biblioteca donde se desarrolló su vocación literaria. Se reconoce un lector voraz y omnívoro, ya que sus gustos son muy variados y pueden ir desde Marcel Proust  hasta Agatha Christie.

Su primer relato fue “El Diablo de los destellos de nákar””, que escribió a los dieciséis años, con el que obtuvo un segundo premio en un certamen literario. Durante los años posteriores escribió cientos de cuentos que fueron premiados en concursos literarios nacionales. En aquellos años también completó la traducción de algunas novelas de estéticas pulp, a las que siempre ha sido aficionado.

Estudió Derecho en la Universidad de Salamanca, pero nunca ha ejercido como abogado. Sus ocupaciones hasta el momento han sido escritor del género narrativo, crítico literario y articulista –además de presentador de un programa de televisión-.

Su primera obra relevante fue Coños, publicada en 1994, concebida como un homenaje a Senos de Gómez de la Serna. Desde entonces ha escrito muchas novelas, como por ejemplo, Las máscaras del héroe, que tuvo gran acogida en Francia y fue calificada por algunos como la mejor obra literaria española de los últimos veinte años; esta obra forma parte de su “trilogía del fracaso”. Otras obras son La tempestad, con la que fue galardonado con el premio Planeta, La vida invisible posiblemente la más sombría y compleja de sus obras, fue galardonada con el  premio Primavera de Novela y el Nacional de Narrativa y El séptimo velo (Premio Biblioteca Breve y Premio de la Crítica de Castilla y León)

Además de sus grandes novelas ha publicado una novela gráfica, Penúltima sangre, junto al dibujante Alfonso Azpiri.

(Karla Salazar y Ana Ballesteros)

viernes, 16 de noviembre de 2012

Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2012



 La escritora valenciana Laura Gallego ha ganado el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil con su obra Donde los árboles cantan, encuadrada en el género fantástico-épico.
El jurado de este premio ha sido presidido por la directora general de Política e Industrias Culturales y del Libro, María Teresa Lizaranzu e integrado por Mónica Fernández, Gregorio Salvador, Francisco Fernández, Amaia Jaureguizar, Mercè Canela, Sara Moreno, Antonio Agustín Gómez, Rafael José Terán, Juan Ángel Juristo, María Milagros Montoya y María Dolores González. Además, También forman parte del jurado del premio los galardonados en las dos últimas ediciones, Eliacer Cansino (2010) y María Teresa Carranza 2011).
Laura Gallego nació en 1977 en Quart de Poblet (Valencia). Estudió Filología Hispánica, especializándose en literatura medieval. Consiguió su primera publicación y su primer premio de literatura juvenil (Barco de Vapor) con la novela Finis Mundi en 1998. En 2001 volvió a ganar el premio Barco de Vapor con La leyenda del rey errante. Desde 1999 y especialmente a partir de 2002, no ha dejado de escribir y publicar numerosas obras dirigidas al público juvenil, como la trilogía Memorias de Idhún, su mayor éxito de ventas, Alas de fuego, su continuación Alas negras y la saga Crónicas de la torre, donde narra la historia de Dana y su relación con Kai: El Valle de los Lobos, la maldición del Maestro, la llamada de los muertos y Fenris, el elfo.
Además de esto, Gallego publica cuentos infantiles, escribe guiones para series de dibujos animados como Sara las goleadoras y da numerosas charlas en colegios e institutos, compartiendo su obra y animando a los más jóvenes a la lectura. Es, una de las fundadoras de la revista Náyade (Facultad de Filología de Valencia) de la que fue codirectora de 1997 a 2000.

(José María Escribano y Ana Fernández)

jueves, 15 de noviembre de 2012

Premio Nacional de Ensayo 2012


 El gobierno de las emociones de la catedrática de Filosofía Victoria Camps ha sido galardonada con el Premio Nacional de Ensayo concedido por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. En esta obra, Camps se pregunta por el lugar que ocupan la vergüenza, el miedo, la compasión, la confianza o la autoestima en la formación de la personalidad plural. Además, se plantea cuestiones como si nos gobiernan las emociones, si estas son positivas para el discurso político o si sería posible en ética una soberanía del sentimiento.
Victoria Camps lleva a cabo un estudio de las emociones para descubrirnos que los afectos no son contrarios a la racionalidad. Solo desde ellos se explica la motivación para actuar racionalmente y  a través de su conocimiento se llega a asumir responsabilidades morales. Gobernar las emociones es adquirir madurez moral.
Un tema pegado a la actualidad, el mundo emocional y una escritura expresada en un lenguaje claro y sin ambages son las dos cualidades que Victoria Camps destaca de su ensayo, que rompe con una tradición filosófica que ha subrayado el papel de la razón en detrimento de la pasión: “No solo hay que ser justo, sino que tienen que dolernos las injusticias”. Entre los autores de los que beben los planteamientos expuestos en El gobierno de las emociones, la filosofía ha destacado a Aristóteles, Spinoza y Hume. “Ellos contribuyen una ética del sentimiento que también es racional, porque los sentimientos hay  que gobernarlos”.
Victoria Camps nació en Barcelona en 1941, es filosofa y catedrática de ética de la Universidad autónoma de Barcelona, cursó sus estudios de Filosofía en la Universidad de Barcelona, donde se doctoró en 1975 con la tesis La dimensión pragmática del lenguaje.
Ha ocupado el puesto de vicerrectora, profesora  y catedrática de ética de la UAB, y ha participado en los Comités éticos del Hospital del Mar, del Hospital de la Vall d´Hebron y de la Fundación Esteve de Barcelona.
Camps sigue en la relación  de premiados con el Nacional de Ensayo al artista y ensayista  catalán Joan Fontcuberta, ganador del pasado año por su obra La cámara de Pandora.
El jurado ha estado formado por Inés Fernández-Ordóñez, Xosé Ramón Barreiro, Lourdes Otaegi, Simona Skrabec o Fernando José Rodríguez, entre otros.


(Ana Ballesteros y Karla Salazar)

martes, 13 de noviembre de 2012

El No-Premio Nacional de Narrativa



Este año, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha premiado como mejor obra de narrativa publicada en España en 2011 en castellano (o en cualquiera de las otras tres lenguas cooficiales) a la novela Los Enamoramientos de Javier Marías.

Un galardón que ratifica el doble éxito de esta novela que desde su publicación, hace año y medio, ha gozado de la acogida del público y el aplauso de la crítica.

Los enamoramientos es una novela que no habla del amor sino de los enamoramientos y de la manera como puede “contaminar” a la persona. En ella están presentes varios de los temas habituales del escritor madrileño como el azar, la suerte, la indagación de la verdad en cuestiones cotidianas, el engaño y sus secuelas, las apariencias y lo que se deja de decir.

El premio, sin embargo, no ha sido aceptado por Marías, que comunicó que, aunque se sentía muy alagado por el reconocimiento, no podía aceptarlo.

El autor declaró en una entrevista posterior que tenía por norma no aceptar nunca ningún premio estatal  y que. si hubiera aceptado este, estaría fallando a sus principios y añadió que vistos los recortes sufridos por las bibliotecas públicas españolas, prefería que se destinase el dinero a ellas.

Entre sus anteriores premios nacionales e internacionales, podemos destacar el premio Nelly Sachs en Dortmund (1997), el Premio Comunidad de Madrid (1998), The American Award en los Estados Unidos (2000), el Premio Nonino, en Udine, el Premio de Literatura Europea de Austria (2011) y el Premio Terenci Moix (2012). El más actual ha sido el Premio de la Crítica de Madrid, el pasado 5 de noviembre.

Javier Marías es autor de Los dominios del lobo, Travesía del horizonte, El monarca del tiempo, El siglo, El hombre sentimental ,Todas las almas, Corazón tan blanco, Mañana en la batalla piensa en mí, Negra espalda del tiempo, los tres volúmenes de Tu rostro mañanaFiebre y lanza, Baile y sueño, Veneno y sombra y adiós. Los enamoramientos.

(Alberto del Río y Ana Blanco)

viernes, 9 de noviembre de 2012

Ediciones de Papel publica libros de José Calero Cañuelo y Fernando Sánchez Mayo



La editorial Ediciones de Papel ha publicado dos libros últimamente: La ciudad de los Ángeles, de José Calero Cañuelo, y Poemas para un escenario, de Fernando Sánchez Mayo.
José Calero Cañuelo nació en  Villanueva de Córdoba en 1958; además de ser maestro de pedagogía terapéutica ha sido director de varios centros educativos de Córdoba y la provincia y ha coordinado diversos seminarios planes y proyectos educativos. Escribió crítica cultural en el periódico de su pueblo y crítica cinematográfica en el Cine Club durante los años 70 y 80.
Empezó a escribir poemas en 1977 motivado por el premio adquirido en un concurso literario obtenido en el instituto de su pueblo. En 2011 fue incluido en la antología Anónimos que publicó Cosmopoética. Su primer libro es El mar de los veranos (publicado por Ediciones de Papel también) en el que se hacen unas comparaciones sobre cómo se nos muestra el mundo y como estamos viviendo. Estos poemas son poemas descriptivos y en ellos abundan acertadas y hermosas imágenes.
El pasado 25 de septiembre, y dentro de Cosmopoética, se ha presentado en Córdoba su segunda  obra: La ciudad de los ángeles, dividida en tres partes: “Enrancia”, “Advocación” y “Epifanía”.
Fernando Sánchez Mayo nació el 22 de enero de 1956 en Córdoba. Es maestro y Licenciado de Filosofía y Letras. Trabaja como profesor de Inglés. Ha colaborado en sendas antologías de homenaje a Pablo García Baena y ha sido colaborador del periódico “Nuevo Diario” de Córdoba, con la sección “Perfiles Poéticos”.
Entre sus más recientes publicaciones destacan Acrotera Etrusca, El alma de los ojos y Poemas para un instante. Sus guiones cortos Los niños de Lorca y La cajita de Erea fueron seleccionados y premiados por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.
Os dejamos un enlace a su blog y a su página web.
Con el titulo Poemas para un escenario ha participado dentro del Ciclo Letras Capitales en la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía.
“El hecho creativo poético tiene mucho que ver con la búsqueda del conocimiento, que es al fin y al cabo la aspiración de todo poeta”, expresa Sánchez Mayo. Se va a la creación poética  para explicarse del mundo, nuestro mundo interior que nos convulsiona. Por eso, la escritura poética es el recurso que todo poeta emplea para materializar la nada que nos abruma  y nos sobrecoge. La poesía en general o el poema en particular es el resultado de un acto mágico que se ha llevado a cabo a solas en un sortilegio de excitación divina con el único afán de inventar y dar forma a lo que no somos capaces de explicarnos desde el vivo y apasionado mutismo interior.
Poemas para un escenario fue escrito entre 2007 y 2008 y es un nuevo tiempo, una vita nuova para el poeta, un renacimiento, pero de un YO conectado a un mundo en el que se ve ajeno pero al mismo tiempo atraído finalmente: “anhelo del fervor  que se entrega al destino” dice Sánchez Mayo. Porque como dice versos atrás, “estoy aquí porque busco lo que no encuentro”.

(Ana Ballesteros y Karla Salazar)

jueves, 8 de noviembre de 2012

Premio Príncipe de Asturias de las Letras de 2012







El Premio Príncipe de Asturias de las Letras se concede desde 1981 a la persona, grupo de personas o institución cuya labor creadora o de investigación represente una contribución relevante a la cultura universal en los campos de la Literatura o de la Lingüística.
El escritor estadounidense Philip Roth (cuya candidatura ha sido propuesta por Michael Göring, presidente del Consejo de la Fundación ZEIT-Ebelin y Gerard Bucerius) ha sido galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2012.
Philip Roth nació en Newark (Nueva Jersey, EEUU) en 1933. Estudió en las universidades de Bucknell y Chicago, donde obtuvo el grado de Master en Letras, y trabajó como profesor de Literatura Inglesa.
   Más tarde, en Iowa y Princeton, enseñó escritura creativa y fue profesor de Literatura Comparada en la Universidad de Pensilvania. En 1992 abandonó la enseñanza y se dedicó por completo a la literatura. Está considerado como el escritor más representativo de la llamada Escuela Judía de la novela norteamericana.
   Su primera obra, Goodbye, Columbus (1959), un libro de relatos sobre la vida de los judíos en Estados Unidos, lo situó ya en el primer plano del éxito y del prestigio literario en su país. El relato que da título al libro fue llevado al cine en 1969. En Huida (1962) relata la agonía de un joven catedrático judío que se debate entre la razón y los sentimientos. El lamento de Portnoy (1969) está escrito en forma de autobiografía y relata la vida sexual de Alexander Portnoy a través de un monólogo desde el diván de su psiquiatra.
   Las novelas El pecho (1972) y La gran novela americana (1973) supusieron un cambio hacia la literatura fantástica, mientras que Mi vida como hombre (1974) señaló una vuelta a temas más introspectivos. Las obras El escritor fantasma (1979), Zuckerman (1981), La lección de anatomía (1983), La mancha humana (2000) y Exit Ghost (2007) relatan la vida y carrera del escritor y protagonista Nathan Zuckerman. Sus libros más recientes son: El oficio: un escritor, sus colegas y sus obras (2003), La conjura contra América (2005), Everyman (2006), The Humbling (2009) y Némesis (2010).
   Es el único escritor vivo cuya obra está siendo editada en su totalidad por The Library of America. En la década de los 90 Philip Roth ganó los principales premios literarios de Estados Unidos: el National Book Critics Circle Award (1987 y 1992), el Faulkner Award (1993 y 2000) y el National Book Award (1960 y 1995). En 1997 le concedieron el Pulitzer por la obra Pastoral americana. Además, obtuvo los premios Karel Capek (1994) y Franz Kafka (2001), de la República Checa. Entre los últimos galardones con los que ha sido reconocido destacan el Premio Médicis a la mejor novela extranjera (Francia, 2002), el Premio Sidewise para historias alternativas (Reino Unido, 2005) y el Premio Nabokov (EE.UU., 2006).
   En 2007 recibió el PEN/Faulkner Award for Fiction, por Everyman, y el PEN/Bellow Award. Posee la Medalla de Honor del Club Nacional de Artes (EE.UU., 1991), la Medalla Nacional de las Artes (EE.UU., 1998), la Medalla de Oro de la Academia Americana de las Artes y las Letras (2001) y la Medalla de la National Book Foundation (2002), por su contribución a las letras americanas. Roth ha sido galardonado en 2011 con el Man Booker International Prize.
  
 (José María Escribano y Ana Fernández)

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Salvador Gutiérrez Solís pública El escalador congelado





El próximo 27 de noviembre llega a las librerías el nuevo libro de Salvador Gutiérrez Solís, El escalador congelado, un libro en el que reflexiona sobre la insatisfacción, el amor, los celos, la impotencia, la indignación, la frustración y la melancolía. Es un relato sobre aquellas personas que no se resignan a aceptar que han legado al punto más alto de sus vidas y no han conseguido la meta propuesta.

El escalador congelado, editado por Destino, nos muestra una instantánea en la vida de un grupo de personas asomadas a un precipicio vital que nos indica que el camino ha terminado o que es necesario arriesgarse, y mucho, si queremos alcanzar la meta soñada. Las cimas que
pretendimos alcanzar en la juventud pueden llegar a convertirse, en demasiadas ocasiones, en el escenario sobre el que se representan los sueños incumplidos.
A diferencia de novelas anteriores como El orden de la memoria, el autor ha dejado de lado los elementos simbólicos para poder indagar en ese fragmento de vida adulta lleno de miedos e incertidumbres, reflejando la vida de sus protagonistas de un modo muy crudo y muy real. Para que los lectores se sientan aún más identificados, el escritor ha creado unos personajes muy cercanos a la realidad: "Uno trabaja en un restaurante, otro en administración, otro en una agencia publicitaria... Son personas normales que llevan vidas normales con profesiones normales", explica. Así, estos personajes son los encargados de reflejar los problemas reales que tienen la mayoría de las personas en esta época tan confusa. 
Gutiérrez Solís nace en Córdoba en 1968 y comenzó su carrera literaria  hace ahora dieciséis años con su novela Dictando al cojo. A esta le siguieron La sonrisa de Lucía (1997), El color de la sangre (1998), Premio Juan Valera, y La novela de una novelista malaleche (1999), finalista en el Premio Nacional de la Crítica, El coleccionista (2000, Círculo de Lectores), La fiebre del mercurio (2001), Spin Off (2001), Más de cien bestias atrapadas en un punto (2003), El sentimiento cautivo (2005), El batallón de los perdedores (2006) y El orden de la memoria (Ediciones Destino, 2009).
Sus novelas nacen de una imagen, de un recuerdo, de un sabor, de una canción, de un recorte de prensa o de una frase que puede haber escuchado en cualquier lugar. Imágenes, palabras, sonidos.
Además, ha publicado una biografía, Barnaby Conrad, una pasión española (2007) y dos libros de relatos: Jugadores y coleccionistas (2004) y Escritores (2011).
Ha obtenido otros premios como el Leonor de Córdoba o el Diputación de Córdoba.
Actualmente, Salvador Gutiérrez Solís ejerce la crítica y es columnista en el diario El Día de Córdoba.

Este es su blog, donde podemos encontrar más información sobre el libro El escalador congelado.


(Alba Márquez y Moisés Peralvo)



martes, 6 de noviembre de 2012

Lorenzo Silva gana el Planeta


El Premio Planeta de novela es el premio literario comercial  más importante de los que se conceden en España. Se creó en 1952 por José Manuel Lara Hernández. No debe confundirse este premio con las versiones que dan las filiales de la editorial en algunos países hispanoamericanos, como, por ejemplo, el Premio Planeta Argentina.

Es el segundo premio literario mejor dotado del mundo después del Premio Nobel de Literatura, con 601.000 € para el ganador y 150.250 € para el finalista. Se falla cada 15 de octubre, festividad de Santa Teresa (onomástica de la esposa del fundador, María Teresa Bosch).

Ahora, transcurridos más de 50 años, se puede constatar cómo a través de su trayectoria el Premio se ha convertido en un acontecimiento no solo literario, sino social, que cumple fielmente la finalidad que se propuso: situar a los autores españoles galardonados en unos niveles de difusión y de popularidad jamás alcanzados.

Entre los ganadores podemos destacar a Fernando Savater, Lucía Etxebarria, Mario Vargas Llosa, Manuel Vázquez Montalbán, Jesús Zarate, Ramón J. Sender, Concha Alós, Manuel Ferrand, Antonio Larreta ,Carlos Rojas.

Los ganadores de los dos años anteriores han sido Eduardo Mendoza (España), por Riña de gatos y Javier Moro, por El imperio eres tú.
            El escritor Lorenzo Silva, oculto bajo el seudónimo de Bernie Ohls, ha ganado la 61ª edición del premio Planeta, dotado con 601.000 euros, con la novela 'La marca del meridiano'.
Lorenzo Manuel Silva Amador nació en el barrio madrileño de Carabanchel, estudió Derecho en la Universidad Complutense de Madrid y ejerció como abogado de empresa desde 1992 hasta 2002.
Ha escrito numerosos relatos, artículos y ensayos literarios, así como varias novelas, que le han valido reconocimiento internacional. Una de ellas, El alquimista impaciente, obtuvo el Premio Nadal del año 2000.
En esta obra vuelven a aparecer los que quizá sean sus personajes más conocidos: la pareja de la Guardia Civil formada por el sargento Bevilacqua y la cabo (en la última novela) Virginia Chamorro. El 15 de noviembre de 2010, le fue concedido por la Guardia Civil el título de Guardia Civil Honorífico por su contribución a la imagen del Cuerpo. Otra de sus obras, La flaqueza del bolchevique, fue finalista del Premio Nadal 1997 y ha sido adaptada al cine por el director Manuel Martín Cuenca.
En la obra ganadora, presentada bajo el título seudónimo 'Te protegeré', el brigada Bevilacqua y su inseparable compañera, la sargento Chamorro, investigan un extraño crimen que les llevará tras la pista de un caso con derivaciones éticas y emocionales.
Finalmente, debemos mencionar que la periodista Mara Torres, que se ocultaba tras el nombre ficticio de Pilar Otero, ha resultado finalista con su primera novela La vida imaginaria.


(Pedro José Cantero Yun y Lidia Gallego Gómez)