El poeta y ensayista Eduardo García es el ganador del XXXV
Premio Internacional de Poesía ‘Ciudad Autónoma de Melilla’, gracias a su obra
‘El banquete desierto’. El fallo se dio a conocer el pasado 22 de octubre en el
Palacio de la Asamblea
de Melilla. El jurado, compuesto por Antonio Garrido, profesor titular de
Filología española en la universidad de Sevilla y en la de Málaga, José Romero,
Jesús García Sánchez, Antonio Gómez Yebra y Juan Van- Halen, ganador el año
anterior, eligió la obra entre 44 trabajos, cifra que, según el presidente
Antonio Garrido, ha descendido en los últimos cinco años, desde los 600
trabajos de sus inicios. Los candidatos a este galardón han sido en su mayoría
españoles, aunque hay también participación de países como Argentina, Colombia,
Uruguay y Estados Unidos, entre otras partes del mundo. Se trata de uno de los
premios más importantes de la poesía española y fue creado en 1979 en honor a
Miguel Fernández. De entre los ganadores, debemos destacar a Luis Rosales (1981) por Un rostro en cada ola, Miguel Fernández
(1982) por Discurso sobre el Páramo,
Antonio Abad (1986) con Misericor de mí,
Elsa López (1987) por Del mar imperfecto,
Felipe Benítez Reyes (1994) con Vidas
improbables, Luis Antonio de Villena
(1997) con Celebración del libertino,
Clara Janés (1998) por Arcángel de
sombra, Benjamín Prado (2001) con Iceberg o Juan Van-Halen (2012) con Bajo otro tiempo. Del mismo modo entre
todos los ganadores también podemos destacar a tres cordobeses: Mariano Roldán,
Pablo García Baena y Ángeles Mora, con obras como Asamblea de máscaras, Fieles
guirnaldas fugitivas y Contradicciones,
pájaros, respectivamente. También podemos señalar que tan solo tres poetas
de fuera de España han ganado este premio: la nicaragüense Gioconda Belli con Fuego soy, apartado y espada puesta lejos,
el mexicano Marco Antonio Campos por Dime
dónde, en qué paísy la argentina Diana Bellessi con Variaciones de la luz.
Eduardo García es hijo de españoles y nació en la ciudad de
Sao Paulo (Brasil) en 1965, donde permaneció hasta los siete años. Más tarde su
familia regresó a España, viviendo durante su infancia y juventud en Madrid,
donde obtuvo la
Licenciatura en Filosofía, especializándose en Estética.
Desde 1991 reside y trabaja en Córdoba, como profesor de Filosofía.
Su obra poética está en constante evolución. En sus primeros
libros, cultiva lo que él mismo denomina un “realismo visionario.”
A partir de su obra publicada en 2006, Refutación de la elegía, su poesía se interna más a fondo en el
territorio de los sueños. En sus poemas gana terreno el cultivo de las formas
poéticas más extremas: por un lado el versículo y por otro la fragmentación del
discurso.
Es autor de los libros Las cartas marcadas (1995), No
se trata de un juego (1998), Horizonte o frontera (2003), Refutación
de la elegía (2006) y La vida nueva (2008). Además, ha escrito
columnas en Milenio, así como reseñas
críticas en revistas literarias. Es conferenciante y profesor de talleres de poesía
y cursos de escritura creativa. Como editor ha dirigido la publicación del
volumen conmemorativo Casi un centenario,
Homenaje a Pablo García Baena. En la actualidad cultiva la crítica de
ensayo y poesía en la revista de libros Mercurio.
Además de este premio, ha ganado diversos galardones como el
“Premio Ciudad de Leganés”, el “Ojo Crítico”, el “Premio Hispanoamericano de
Poesía Juan Ramón Jiménez”, el Internacional de Poesía “Antonio Machado en
Baeza”, el “Premio Nacional de la
Crítica” o el “Fray Luis de León”.
(Ana Garrido y Leticia Rodríguez)
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