El escritor y académico José María Merino ganó el pasado 25
de octubre el Premio Nacional de Narrativa con su novela El río del Edén -de esta novela ya se ocuparon nuestros compañeros del curso pasado-. El autor declaró desde Panamá, donde se encontraba, para
asistir al VI Congreso internacional de la Lengua, cuando recibió el premio,
sentirse halagado por un galardón inesperado.
Marcos Giralt Torrente, ganador en 2011, destaca que "se
trata de una obra en la que el autor adopta una segunda voz autorreflexiva para
dar vida a un microcosmos familiar, que gira en torno a un niño con
discapacidad y a las crisis que su aparición provoca en la vida familiar.
Constituye una obra técnicamente tan arriesgada como bien resuelta, que va
adquiriendo tensión a medida que avanza el relato y cuyos problemas cruciales,
como el derecho a una muerte digna, se encuentran perfectamente
expuestos".
Cuando se publicó en 2012 declaró que tenía “muchas
ganas” de escribir una novela de amor,
género al que pertenece esta. Eligió el símbolo del río porque le gusta:"desde
el punto de vista metafórico, la idea del río como algo pasajero, al mismo
tiempo que siempre está"; eligió el río Tajo porque al recorrerlo con su
mujer quedaron asombrados por su belleza y decidió que era el lugar idóneo para
contar una historia de amor.
En esos parajes, Daniel y Tere, los protagonistas, vivieron
una apasionada historia de amor, de jóvenes, y ahora tras la muerte de su mujer,
él, vuelve a recorrerlos con, Silvio, su
hijo adolescente con Síndrome de Down. Durante todo el camino Daniel recuerda
su historia con Tere y las traiciones que la llevaron a perderla, y también, su
rechazo durante años a la enfermedad de su hijo.
Su padre tuvo que abandonar León por sus ideas republicanas
y refugiarse en La Coruña donde nació José María Merino el 5 de marzo de 1941.
Tras la guerra, su familia volvió a instalarse en León.
Merino es uno de los escritores más importantes hoy en día,
sobre todo en el género del cuento. Con títulos como La orilla oscura; El caldero de oro; Las crónicas mestizas; 50 cuentos y una fábula; Cuentos del Barrio del Refugio; Ficción continua; El Heredero y La Sima, entre otros. En
1972 publicó su primer libro, el poemario Sitio
de Tarifa y en 1976 su primera novela, Novela
de Andrés Choz.
En 1993 ganó el Premio Nacional de Literatura Infantil y
Juvenil con su libro No soy un libro.
Entre 1987 y 89 dirigió el centro de las Letras Españolas
del Ministerio de Cultura, pero a partir de 1996 se dedica en exclusiva a la
literatura.
Es patrono de honor de la Fundación de la Lengua Española y
fue elegido académico en la Real Academia Española en 2008, sustituyendo a Claudio Guillén. La labor que él quiere
llevar a cabo aquí es revisar el significado de las palabras y ajustarlas al
uso que los hablantes dan de ellas. Además, Merino opina que es una necedad
querer imponer las lenguas propias de las comunidades, él cree que es bonito
aprenderlas pero que no se debería obligar, pues las lenguas se hacen para unir
no para separar. También es un destacado
conferenciante y narrador oral. Por último, también debemos destacar que es
padre de la poetisa Ana Merino.
(Araceli Torrico y Sara Aranda)
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