EXPOSICIÓN DE JOSÉ LUIS CHECA

José Luis Checa realizó los primeros balbuceos con los integrantes del Pont de Fusta, como lo hicieran Verchili, López Tébar, Estellés, sin base académica, pero con vena natural. Agramunt le considera neoimpresionista. Un día obtiene el primer premio del Concurso de Pintura Rápida de Valencia y desde ese momento irrumpe en el mundo plástico con fuerza arrolladora. Es conocido y a la vez es alabado e imitado. Checa deja de ser un pintor autodidacta para coger las riendas de la pintura. Desde 1973 expone, en la sala de la Asociación de la Prensa Valenciana, lienzo a lienzo sus primores. Desde entonces se ha mantenido en un nivel que podríamos calificar de elevado. Su poca generosidad expositiva no ha mermado su condición de destacado.

Aparece en el libro de Adolfo de Azcárraga Arte y artistas valencianos. Es y será siempre un paisajista, que es lo que fueron, esencialmente, los antiguos y más puros afiliados al impresionismo; pues en el arte de la pintura los paisajes más genuinos son los que reflejan la impresión, instantánea y emocionada, que el entorno produce en un artista receptivo, en un espíritu capaz de devolver el impacto estético de alguna mágica parcela de la naturaleza.

El pasado jueves 3 de marzo a las 10 h, tuvo lugar en el Hospital Universitario Reina Sofía la inauguración de su exposición de esculturas bajo el título "Transmutación". Según el doctor en Historia del Arte y profesor de la UCO, Miguel Clementson, en “Trasmutación” no tiene cabida la simetría ni la lógica que todo equilibrio, en alguna medida, determina. Checa se afana por disponer el centro de gravedad de cada una de sus obras en una disposición excéntrica, incrementando en lo posible la sugestión de inestabilidad.

( Ana Valenzuela, Elena Parra, Verónica Gallardo)