lunes, 27 de abril de 2015

Muere el escritor Günter Grass, Premio Nobel alemán

Günter Wilhelm Grass nació el 16 de octubre de 1927, en Gdansk (la entonces Ciudad Libre de Danzig y hoy territorio polaco), y murió el pasado 13 de abril a causa de una infección, en Lübeck, la ciudad del norte de Alemania donde vivía. Ha sido, quizás, el escritor más famoso, polémico y, a la vez, representativo de la segunda mitad del siglo XX alemán. La vida de Grass está ligada a los acontecimientos que sacudieron Alemania durante el siglo XX. Fue reclutado en 1944 por la unidad de élite nazi Waffen-SS y, tras la Segunda Guerra Mundial, estudió en la Academia de Arte de Düsseldorf.
Grass participó en buena parte de los debates políticos  de las últimas décadas. En 1989 firmó la carta que reclamó al entonces presidente de Estados Unidos, George Bush (padre) un diálogo con Nicaragua. También fue un crítico implacable con la política seguida por su hijo, George W. Bush, al que consideraba una amenaza para la paz mundial por su actuación en la guerra de Irak. En 1990 se mostró contrario a la unificación alemana, y abogaba por una confederación de Estados alemanes. Criticó con dureza en 1977 el suministro alemán de armamento a Turquía y la denegación de asilo al pueblo kurdo. Mantuvo una larga y fructífera enemistad con Marcel Reich-Ranicki, el gran crítico literario de Alemania de posguerra.
Alcanzó el éxito masivo con su primera novela, El tambor de hojalata, publicada en 1959. Esta obra, que narra la vida del niño-hombre Oskar Matzerath, irrumpió en la Alemania de posguerra y recibió tantos elogios como críticas de aquellos que veían en el libro un espejo demasiado real y descarnado del surgimiento del nazismo y de la guerra. La popularidad de esta obra, por la que fue a los tribunales acusado de pornógrafo y blasfemo, aumentó en 1978, cuando Volker Schlöndorff la llevó al cine y ganó el Oscar a la mejor película extranjera y la Palma de Oro en Cannes. Cuatro décadas más tarde logró el primer Nobel de Literatura en 27 años para un autor alemán. Ese mismo año, 1999, recibió también el premio Príncipe de Asturias de las Letras.
En 2012, publicó el poema Lo que hay que decir, en el que acusaba al Estado de Israel de poner en peligro la paz mundial por su capacidad para producir bombas atómicas. El Gobierno israelí reaccionó declarándole “persona non grata” y prohibiéndole la entrada en el país.
Entre su vastísima obra, podemos destacar en novela El gato y el ratón (1961), Años de perro (1963), El rodaballo (1977), Es cuento largo (1995) o Mi siglo (1999). De sus poemas, podemos destacar Del diario de un caracol (1972), Gleisdreieck (1960), Novemberland o Dummer August (2007). También destaca por sus ensayos y discursos, como Über das Selbstverständliche. Reden o Zunge zeigen. Ein Tagebuch in Zeichnungen. Igualmente, escribió un relato corto titulado Geschichten (1968).
Hace solo unas semanas, Günter Grass había dado finalmente por terminado su último libro, Von Endlichkeit (De la infinitud), que aparecerá en verano en las librerías alemanas. Su editor, Gerhard Steidl, desvela que “el libro contiene un poema en el que describe con gran exactitud su situación de salud, sus enfermedades, sus achaques, y en el que aborda un futuro inmediato del no ser o de una realidad diferente a la que acceder”. Gerhard Steidl también desvela que Grass escribía siempre a mano sus primeras versiones de sus trabajos. Afirma que “quizá ese final haya llegado un poco antes de lo que él esperaba. Le encantaba venir a la editorial cuanto más mejor para tomarse su tiempo en la elección personal del papel de impresión, de los colores y tipos de letra… Lo disfrutaba realmente”. Su editor también ha declarado que la mente de Grass estuvo en una situación de total lucidez hasta el último momento. Una vez entregado el texto de cada una de sus obras, Grass rara vez escuchaba los consejos del equipo de edición. Hacía décadas que se negaba a abordar una nueva gran novela y respondió solo en parte el deseo del editor de escribir su autobiografía.
Günter Grass continuó opinando hasta el final de sus 87 años. Hace solo dos meses, se preguntaba si, de una u otra forma, no estamos viviendo ya una Tercera Guerra Mundial. El escritor alemán afirmó que “en los últimos tiempos oímos continuamente avisos para impedir una nueva catástrofe como la de la Primera o la Segunda. Me pregunto desde hace tiempo si no ha empezado ya de una forma paralela en Ucrania, Siria u otros lugares”. 

(Lucía Ranchal Sánchez y Ana María Arévalo Jurado)

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