martes, 21 de abril de 2015

Entrevista a Miguel Agudo


P.- El poemario tiene un título impactante, ¿cómo se le ocurrió este y qué le inspiró a la hora de escribirlo?
R.- Me gusta jugar con el lenguaje, retorcerlo, sacarle punta. El título lo tomé de uno de los poemas que contiene el poemario. Me gustó la fuerza del término, breve, contundente e inspirador. Y el poemario no parte de una idea previa, se trata de una colección de poemas sueltos organizados, creo, con fortuna.

P.- ¿Cuál es el tema central de este nuevo libro? Relacionado con él, ¿qué otros temas destacaría?
R.- El amor está presente a lo largo de todo el poemario, en sus múltiples vertientes: amor, sensualidad, desengaño, amistad, nostalgia, etc. A él se unen la preocupación por el paso del tiempo, el insomnio, el escepticismo, el humor como terapia a los tragos amargos de la existencia humana, un poco de cinismo, la relectura de tópicos de nuestra cultura desde una perspectiva actual. Los temas son muchos, pero el amor es protagonista, sobre todo conforme avance la lectura.

P.- Sin duda, este contenido tiene bastante de filosófico, ¿cómo combina la poesía y la filosofía? ¿Cree que es una obra de difícil comprensión?
R.- La filosofía puede ser poética, y la poesía, filosófica. En cuanto a la dificultad, algunos poemas son más crípticos o requieren de ciertos conocimientos culturales para una mejor comprensión, pero en líneas generales no me parece un poemario oscuro en ese sentido. Predominan los poemas breves e inmediatos. En buena medida, el poemario es una colección de imágenes de fácil interpretación.

P.- ¿Qué aporta Amorexia con respecto a Cuando Herodes la tierra?
R.- Amorexia me parece un poemario más acabado, más cuidado, y con una calidad más homogénea en sus poemas. Es una obra más madura, que profundiza en algunos de los temas tratados en el libro anterior. En lo formal creo que los poemas siguen la misma línea, no he cambiado de estilo. Quizá haya madurado más, pero el propio escritor no es el más indicado para decir eso porque su visión sobre lo que ha escrito es muy personal, no se tiene la suficiente distancia con la obra.

P.- ¿A qué se refiere cuando afirma que “Amorexia se escribe en el desvelo de nuestros sueños”?
R.- Amorexia es fruto de la fusión de ‘amor’ y ‘anorexia’. El amor tiene una connotación positiva, la anorexia, negativa. El amor se nos manifiesta como deseo, entendemos que bueno; mientras tanto, la anorexia es un problema, una disfunción, así como el desvelo es la ausencia de sueño, un estado carencial. Amorexia sería un anhelo de amor desde la carencia, como el no cumplirse nuestros sueños es un desvelo.

P.- ¿Qué características debe tener para usted un buen poemario?
R.- Que le llegue al lector, que le emocione, que le inquiete, que le muestre pequeñas verdades arrancadas a la vida. Y que el lenguaje se muestre a través de él en plenitud de facultades.

P.- ¿Cómo empezó usted a escribir? ¿Qué escritores le motivaron para empezar a escribir?
R.- Empecé a escribir casi por accidente. Fui como representante de mi colegio a unos encuentros comarcales sobre poesía y allí me felicitaron por los poemas que había escrito para la ocasión. Pensé que aquello podría tener algún futuro. Después empecé a escribir poesía. Entre las primeras lecturas estuvieron Neruda y Bécquer. No siempre entendía bien lo que leía, pero seguía leyendo, me iba empapando poco a poco de la magia del lenguaje a través de diferentes voces.

P.- Usted también cultiva la poesía visual, ¿se siente más cómodo con las palabras o con las imágenes?
R.- Para mí son bastante intercambiables y complementarias. En mi poesía discursiva predominan mucho las imágenes visuales, de ahí derivé casi de forma natural hacia la poesía visual. Y ésta no me ha hecho abandonar a aquélla. Son dos formas de expresión que no se excluyen y que a la hora de producir voy alternando. Además, muchos poemas visuales contienen texto, sin el cual no tendrían sentido.

P.- ¿Qué recuerda de sus años como profesor en el IES Antonio María Calero? ¿Qué relación guarda los Pedroches con este libro?
R.- Fue donde comencé a trabajar como profesor. Y fue un buen comienzo. Estaba allí a gusto e hice buenas amistades. Conforme se van acumulando los años de docencia, los primeros son los que más y mejor se recuerdan. Amorexia, como libro comenzó allí. Allí empecé la organización del poemario, de sus partes, y muchos de los poemas tuvieron su nacimiento allí también. Después ha habido numerosas revisiones y ampliaciones del poemario hasta su forma definitiva, pero es allí donde se gestó.

P.- ¿Tiene usted algún nuevo proyecto literario?
R.- En unos meses verá la luz mi primer poemario de poesía visual. Ahora mismo estoy trabajando en su organización interna. Sobre la poesía discursiva, sigo escribiendo, pero como el ejercicio creativo es caprichoso y uno siempre anda metido en otras muchas cosas, pasará algún tiempo antes de que haya nuevo poemario, que lo habrá.

(Manuel Conde y Javier Moyano)

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