Azahara Alcalde Fernández,
nacida en Dos Torres (Córdoba) en 1998, cursa Primero de Bachillerato en el
I.E.S. Antonio María Calero y ha ganado el XIV Concurso Nacional de Relato
Corto San Juan Bosco, en su categoría Juvenil. El jurado, compuesto por Miguel
Ángel Torrico Galán, Juan Bosco Castilla y Teresa Berlanga Pérez, ha elegido
por unanimidad como relato ganador al titulado Siempre presente.
Siempre presente cuenta la historia del primer amor entre dos jóvenes adolescentes.
Historia que se ve truncada por un viaje inesperado que debe hacer Fabio. Pero
el relato va más allá, el relato es un juego de realidades en el que destaca lo
bien contado que está y la hábil construcción de los diálogos. Se trata de una
historia llena de verosimilitud; de hecho, parece que estamos sintiendo la
emoción de Cata.
Amor, complicidad,
diversión, juventud, dolor, temor… Y mucho más… Es la propuesta de Azahara.
P.- ¿Qué te inspiró para escribir este relato?
R.- Decidí escribirlo porque una persona me contó que le había pasado
algo parecido. Me pareció una buena historia para escribirla. Después decidí presentarla
al concurso.
P.- ¿Cuál es el tema de dicho relato?
R.- El tema es amoroso.
P.- ¿Podrías hacernos un breve resumen del mismo?
R.- Sí. El relato cuenta cómo un joven, cuyos padres se trasladan a
menudo de casa por trabajo, recuerda los momentos que ha vivido hace poco con
una chica que le gusta, y quiere escribirlos, pero se queda dormido. La
historia se empieza a truncar cuando el protagonista le da la noticia a la
chica de que se tiene que ir. Finalmente se va, acabándose su historia de amor,
y el chico le hace a ella un grafiti en el muro de enfrente de su casa para que
siempre tenga un recuerdo.
P.- ¿Cómo has empezado a escribir? ¿Qué te ofrece la escritura?
R.- Sólo he escrito este cuento. No había escrito nunca antes. La
escritura te mantiene entretenida, sobre todo, cuando llueve y no se puede
salir de casa.
P.- ¿Tienes algún otro relato escrito?
R.- No.
P.- ¿Por qué decidiste presentarte al premio? ¿Qué has sentido al
ganarlo?
R.- Me decidí presentar porque ningún compañero de clase se presenta
nunca a los concursos. La profesora de Lengua siempre reparte una hoja
informativa, pero la mayoría la raja o la utiliza para hacer un avión. Y, como
nadie se presenta, decidí probar suerte y ver si tenía la oportunidad de ganar.
El premio se entregaba el día 31 de enero, sábado, pero tenían que llamar unos
días antes. El miércoles 28 aún no me habían llamado y pensé que había perdido.
Estaba ya convencida de que no había ganado, pero por la tarde me llamaron y me
dijeron que había ganado el premio. Me dio una gran alegría. Enseguida se lo
conté a mis padres, a mi abuela y, también, a la catequista, que estaba
delante, que, además, es mi profesora de Francés.
P.- ¿Qué sientes por Fabio y por Cata, los protagonistas de tu historia?
R.- Creo que le podría pasar a cualquier otra persona, porque es una
historia real. Y alguien que lo lea puede sentirse identificado, porque le ha
podido pasar esto o algo parecido.
P.- ¿Cuánto hay de autobiográfico en ello y en lo que le sucede?
R.- No hay nada de autobiográfico, ya que a mí no me ha pasado.
P.- ¿Crees que tus estudios estarán relacionados con la escritura?
R.- No sé. Estoy estudiando la modalidad de bachillerato de Ciencias Sociales
y, claro, ahí escribir... poco. Y tampoco sé lo que voy a estudiar después de
esto.
P.- ¿Lo que has escrito está relacionado con lo que lees?
R.- Sí. La mayoría de los libros que he leído por gusto o los que nos han
mandado leer en el instituto son libros que casi siempre tienen un tema
amoroso.
(Ana María Arévalo Jurado y Lucía Ranchal Sánchez)
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