Para homenajear el centenario de la publicación de Platero y yo, el Ayuntamiento de Moguer
ha aprobado una propuesta en la que se declara este año como “Año de Platero” e
impulsará fórmulas para el diseño y programación de actos y actividades
relacionadas con Juan Ramón Jiménez y Platero
y yo. Algunas de las actividades que se realizarán girarán en torno a la
lectura, las artes plásticas, escénicas y musicales.
Platero y yo se
publicó en 1914 por primera vez. Es un libro que tiene dos personajes
principales que son el “yo”, que corresponde al narrador y persona que vive
deferentes aventuras con Platero, y Platero, que es su burro y su mejor
compañero. En el libro se cuentan todas las aventuras que viven los dos personajes
a lo largo de un año, las aventuras son reflexiones sobre la vida, la
enfermedad, la muerte y la vida feliz de ambos. El libro está formado por 138
capítulos. Cada uno narra una aventura diferente. La historia empieza cuando el
niño describe a Platero diciendo que se comporta como un niño, también cuenta
otros sucesos que le ocurren en el día a día. Los sucesos de este libro se
desarrollan, casi todos, en Moguer. La historia termina cuando Platero muere y
el niño se queda solo. Este sufre mucho por la muerte de su amigo Platero. El
libro está escrito con estilo literario poético y nos enseña cuál es el
verdadero valor de la amistad que puede haber entre dos seres aunque estos no
sean iguales.
Juan Ramón Jiménez Mantecón nació el 23 de diciembre de 1881
en Moguer (Huelva). Una vez que obtuvo el título de Bachiller en Artes, cursos
que había realizado en el Puerto de Santa María, se trasladó a Sevilla y fue escribiendo sus primeros trabajos en prosa
y verso y más tarde empezó a colaborar en periódicos y revistas de Sevilla y Huelva.
Después de obtener el título de bachiller comenzó, por decisión paterna, la
carrera de Derecho en la Universidad de Sevilla, aunque más tarde la abandonó. En
1900 se trasladó a Madrid y publicó sus primeros libros. Más tarde publica, Arias tristes (1902), cuyo tema
dominante es el paisaje, descrito con sensibilidad de pintor impresionista, el
recuerdo de amores y la preocupación por la muerte está presente.
En su etapa de mayor
producción literaria se encuentran las siguientes obras: Segunda Antolojía Poética
(1922), donde se recogen desde los primeros poemas hasta Piedra y Cielo, además de algunos libros inéditos del período de
Moguer. Las diferentes antologías de Juan Ramón Jiménez están compuestas por la
selección de lo que el poeta considera perdurable. Aunque este escritor tiene
más antologías, la más importante de ellas es la citada. Pastorales
(1903-1905), que se divide en tres partes, en la primera expresa nostalgia
hacia Moguer, en la segunda surgen tonos más alegres y en la tercera se agrupan
los poemas de un espíritu más popular y donde hay una unión entre lo natural y
lo intelectual; Baladas de primavera (1907)
fue escrita después de una crisis, donde se recogen sentimientos como la
emoción alegre del poeta que se siente en contacto con las flores expresándolo
mediante la poesía; en Elejías
(1907-1908) el paisaje expresa las cosas idas y la belleza perdida. El éxito de
estos libros se debe al verso alejandrino. En Poemas májicos y dolientes (1909) nos encontramos con tres partes,
en la primera habla de temas como el otoño, la luna, el jardín, las hojas
secas, donde parece corresponderse con su alma arruinada y seca; en “Ruinas”,
la parte más interesante de este libro, se pregunta qué le dará esta vida hueca;
en la tercera parte, aparece Francina, muchacha francesa en la que se inspira Juan
Ramón Jiménez para algunos poemas; Las
Hojas Verdes (1909) se sitúa en un paisaje simbolista en el que el jardín
es la mujer, los frutales sus labios y sus carnes blancas los ojos. No es un
libro alegre pero tampoco triste, con un tono diferente, teñido en algunas
ocasiones de ironía; Melancolía
(1910-1911) refleja el estado de ánimo antes del modernismo y se asienta en lo
misterioso, desconocido y pasajero; en Diario
de un poeta recién casado (1916) el poeta va anotando sus impresiones y
emociones desde su salida de Madrid hacia América, para casarse con Zenobia; Eternidades (1918) es un libro dedicado
a Zenobia, su esposa, con poemas explícitos, delicados y profundos; en Piedra y Cielo (1919) abundan las
reflexiones sobra su poesía y sobre sí mismo como autor y hace mención a
soluciones frente a la muerte y en él culmina el proceso de identificación del
poeta con la belleza y con el mundo; La
estación total (1946) es un libro de consecuciones: la atemporalidad
sugerida por el título es la atemporalidad que nos proporciona la contemplación
de la eternidad conseguida, una vez, el poeta, libre de angustia por el paso
del tiempo y por la muerte, se siente invulnerable y eterno; en Romances de Coral Gables (1948) rinde
homenaje a un nuevo paisaje que le había traído algunas nostalgias de Moguer y
el imprevisible retorno del mar. Dios deseado y deseante (1949) es un
libro que relata la búsqueda de Dios para descubrir la causa y finalidad de la
belleza; Animal de fondo Juan Ramón Jiménez refleja su honda
religiosidad que a sus ojos se juzga como un lejano consuelo de nuestras
carencias; En
otro costado (1974) escrita en su
exilio en América es la culminación de una obra poética en el desarrollo de la
poesía moderna.
El aniversario de Platero
y yo va a ser un momento clave para la publicación de obras inéditas de
Juan Ramón Jiménez como: Vida, monumento
de amor; Entrevistas o Los años españoles. Además, se editará
un volumen de Platero y yo, con
ilustraciones humorísticas. También se va a realizar una impresión especial de Platero y yo en Moguer y que solo se
podrá obtener si se visita este pueblo y se realiza un recorrido por los
lugares que marcaron la vida y obra del poeta. También se realizarán
traducciones de Platero y yo en
inglés, árabe y catalán, entre otras.
(Lorena Yuste y Mónica Madueño)
No hay comentarios:
Publicar un comentario